El anuncio que aparece en letras chicas al final del nuevo sitio de Google dedicado a las noticias, es llamativo: “Esta página fue íntegramente generada por algoritmos computacionales, sin editores humanos”.
La advertencia es interesante porque marca una forma completamente nueva de trabajo en torno a las noticias, en la cual se utilizan exclusivamente elementos computacionales para generar la información que se mostrará a los lectores.
Esto significa que Google utiliza su misma tecnología de búsqueda, para determinar qué es más importante y así destacarlo convenientemente. Dicha tecnología está basada en la idea de que un sitio es más importante que otro, de acuerdo al número de enlaces hacia él que existe en el resto de la Internet. Si un sitio tiene más enlaces, significa que todos lo están mirando. Si tiene pocos, pues, lo contrario.
Aplicado a las noticias, Google determina qué noticia es más importante al revisar sobre 4 mil sitios noticiosos diferentes (todos en inglés) y descubrir cuál es la noticia que está más destacada… y por lo tanto, a la cual los editores humanos le han asignado más relevancia. Al comparar esa cantidad de fuentes, el programa computacional va decidiendo qué será puesto más arriba en su página de noticias para que el lector la vea en primer lugar. Eso lo hace con las noticias generales, pero también con las mundiales, locales de Estados Unidos, negocios, ciencia y tecnología, deportes, entretención y salud.
Su advertencia en este sentido es que “aunque las fuentes de las noticias varían en perspectiva y acercamiento editorial, la selección se realiza sin preocuparse por el punto de vista político o la ideología”.
Visto de esa manera, frente a cada noticia Google entrega el titular, un resumen y una serie de enlaces, que al ser usado, llevan al usuario al sitio noticioso que ha producido la noticia. En ese sentido, el sistema computacional tras Google sólo ordena los sitios, pero no “escribe” las noticias.
Pese a ello, la aparición de este sistema ha generado un gran debate entre los periodistas e interesados en esta profesión, porque se ve en esta forma de trabajo tanto una amenaza como una oportunidad. Amenaza porque ya se ve cómo una máquina puede ocupar el lugar de un humano. Y una oportunidad, porque se adivina que tras esta forma de trabajo, pueden aparecer otras aplicaciones similares que ayuden a enfrentar de mejor manera la selección de información en una serie de áreas… sin esperar a que una persona haga ese trabajo.
En los foros de Internet en que participan periodistas se ha visto que la aparición de este servicio de Google no ha dejado indiferente a nadie. Se especula sobre la forma en que un computador podría llegar a reemplazar a un profesional de carne y hueso. La defensa en todos los foros ha sido que esta “máquina” sólo recopila información que ha sido producida por periodistas y que en ningún caso los reemplaza. Y también, que no hay forma en que una máquina pueda reemplazar la “intuición” que tiene un periodista para decidir qué es noticia o qué preguntar o investigar ante un hecho dado.
Eso es cierto, pero no se puede dejar de pensar en cómo la computación ha afectado a otras profesiones. Y, para no escarbar tanto, hay que ver a los meteorólogos. Hace un par de décadas, el tiempo lo pronosticaba un profesional al que cariñosamente le llamaban “ventanero”, porque miraba por la ventana y de acuerdo a lo que observaba (vientos, formas de las nubes, etc.), predecía el tiempo para la jornada siguiente. Hoy, los satélites entregan datos a computadores que usan modelos matemáticos para determinar qué ocurrirá. Por su parte, los meteorólogos se preocupan de interpretar esos datos.
Esa profesión ha cambiado desde que los computadores llegaron como ayuda. Por lo mismo, cabe preguntarse, ¿no será que está llegando un cambio similar para la profesión del periodismo?.
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