Dos pesos pesados mundiales están debatiendo acerca de algo que llevamos tratando en este blog hace un tiempo: la curatoría de datos. Se trata de Bill Keller, del diario The New York Times y Arianna Huffington, de The Huffington Post.
El punto central de la discusión está en que el trabajo del curador consiste en elegir información de un universo de datos publicados, seleccionando y destacando el trabajo de otros, para que sus lectores accedan a un grupo interesante de contenidos de manera simple.
Hasta allí todo bien, porque en el caso del diario que dirige Arianna, une su capacidad de elegir buenos contenidos con una presentación que logra que los mismos artículos tengan más visitas en ese medio, respecto de lo que consiguen en su espacio original (este artículo de Wired lo explica muy bien).
Sin embargo, cuando el resultado de ese trabajo se presenta junto a avisos y el dinero proveniente de ese negocio no le llega a quienes produjeron los contenidos que se muestran, hay quienes no están muy felices.
Allí es donde aparece Bill Keller, Executive Editor del diario The New York Times. El escribió hoy una columna en la que califica a quienes hacen esa actividad, como piratas. Su frase para este tema, es la siguiente (la traducción es mía, a medias con Google, you know):
“Agregación” puede significar que gente inteligente comparte sus listas de lecturas, conectándola a otras personas mediante la generosidad del universo de la información. En cierto modo, describe lo que hago como editor. Pero, muy a menudo, equivale a tomar las palabras escritas por otras personas, envasarlas en tu propio sitio web y recolectar los ingresos que de otro modo se habrían entregado a quienes generaron dicho contenido. En Somalia se llamaría piratería a esto. En la mediasfera, es un modelo de negocio respetado.
El objetivo de su virulencia, no fue otro que Huffington Post, el diario digital hecho por Arianna Huffington que precisamente se dedica a la “agregación” y que fue vendido en días pasados en muchos millones de dólares a un conglomerado de medios. Incluso la acusa de copiar lo que él dijo en una charla que dio junto a ella, a un periodista que los entrevistó justo al término de ésta. Es decir, la tildó de “copiona”, o, en sus términos, de “agregadora”.
Ella no se demoró nada en responder. Además de ofrecer muchos ejemplos de cómo trabajan, le enrostra que ella no le copia a Bill, sino que es al revés, mediante una columna en su medio, en la que sostiene que hace mucho tiempo que está hablando de este mismo tema:
“Aquellos diarios que se despierten a tiempo, se convertirán en híbridos periodísticos, combinando los mejores aspectos de los periódicos impresos tradicionales con lo mejor de aquello que la web pone sobre la mesa. Entonces, Bill ¿quién era el que estaba “agregando” las ideas del otro?”
La discusión ya está lanzada y creo que va a seguir, ya que hay muchos otros que están siguiendo y agregando lo suyo al debate. A estar atentos.
Leave a Reply