La anunciada compra de Compaq por parte de Hewlett Packard parece sólo tener contentos a los que llegaron con la idea al mercado y a quienes les dieron el paso para anunciarla públicamente. Porque ni en Wall Street, ni en las publicaciones especializadas y menos entre la competencia, la noticia causó la sensación de que se estaba ante algo positivo.
“Dos perdedores no hacen un ganador”, fue uno de los más suaves comentarios que se dieron a conocer entre los analistas financieros, al día siguiente del anuncio.
Y la razón de tanta mala voluntad –por llamarlo de alguna manera- ante la idea de juntar estas dos empresas que son líderes mundiales en la computación personal y en el ámbito de servidores y computadores industriales, es que no aparecen a simple vista las ventajas de una operación conjunta. De hecho, hasta parece que se van a estorbar más que a ayudarse.
Las alianzas y esto lo hemos aprendido en los últimos días gracias al juicio de tanta gente conocedora del tema que ha salido a la palestra, es juntar a dos que se complementan. Si lo vemos en términos deportivos, uno que defienda más uno que ataque, mejoran la capacidad de un equipo. En cambio, si juntamos a dos que defiendan, fallará el ataque. Y por el contrario, si unimos a dos que ataquen, naufragará la defensa.
Pues bien, parece ser que en el caso de Compaq y HP, ocurre esto. Como tienen fortalezas similares, lo único que va a ocurrir es que las marcas van a seguir peleando por un mismo grupo de usuarios y potenciales clientes, en lugar de abrir su oferta a nuevos grupos que se verían beneficiados con la alianza.
Y es aquí donde interesa poner el punto de reflexión. ¿Gana o pierde el usuario que está en su casa, cuando a estas mega compañías se les ocurre que es mejor estar juntos que separados?
Si tomamos como parámetro el hecho de que un usuario siempre querrá obtener más por su dinero, la respuesta obvia es que cualquier movimiento del mercado que mejore los productos o servicios que se ofrecen a cambio de igual o menos dinero, siempre será beneficioso. Y creo que por allí está la respuesta para la pregunta: si dos empresas juntas pueden hacer eso, la alianza es buena. En cambio, si lo que las dos empresas es bajar sus costos para entregar los mismos productos, el que pierde es naturalmente, el consumidor.
Ahora, si analizamos más finamente la alianza, a nivel de usuario hogareño, ambas empresas tienen una oferta similar en cuanto a computadores personales, por lo que por esta vía no habría demasiada mejora. En otras líneas de productos hay ventajas de HP (como en impresoras y scanners) tanto como de Compaq (computadores portátiles y servidores). Por ello, si lo analizamos sólo desde el punto de vista del consumidor hogareño, unir a ambas no representa ventajas ya que lo único que pasará, será que habrá un competidor menos en la permanente guerra de precios que típicamente se da con Dell e IBM.
Pero ya sabemos que el mercado tiene sus leyes que dice que lo que manda son los números finales. Sin embargo, apuesto a que la alianza o compra que estamos comentando, no quedará en nada. Cóbrenme la palabra.
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