En los últimos dos años se han ido construyendo, de manera silenciosa, una serie de elementos que permitirán que la Internet se introduzca de manera más dramática en la forma en que nos comunicamos, compramos y nos relacionamos.
Ha sido silenciosa porque se trata de la creación de aplicaciones computacionales que, a diferencia del web, no tienen una cara pública, sino que funcionan muy adentro en los sistemas, facilitando el intercambio de datos entre diferentes programas que de otra manera, no podrían relacionarse entre ellos.
En inglés se les llama “web services” que podríamos traducir como “servicios web” y hasta ahora habían estado bajo observación de todo el mundo. No obstante, en este mes de abril al parecer se ha decidido por parte de toda la comunidad de Internet, sacarlos a la luz del día y es así como Google, Adobe y hasta la General Motors, se han manifestado partidarias de su uso y están anunciando que tendrán productos que les sacarán provecho.
Por ejemplo, la revista Business 2.0 en Estados Unidos, planteó que durante 2001, las empresas de ese país gastaron 4,5 mil millones de dólares para hacer que sistemas computacionales diversos compartieran datos entre ellos de manera segura. Se supone que usando los “web services” el gasto será menor.
Y para mostrar cómo funciona, cita el caso de la empresa “Dollar” que arrienda automóviles, y construyó estos servicios para facilitar que una línea aérea pudiera ofrecerles autos a sus pasajeros, sin tener que usar dos aplicaciones en forma simultánea. Simplemente en la línea aérea ofrecen autos, con un solo click gracias a que su sistema aprendió a “hablar” en el lenguaje de “Dollar”. Y eso es un servicio web.
Otro ejemplo lo da “Google” que ofrece sus propios “web services” para que cualquier programador pueda incluir al buscador en el interior de una aplicación y de esa manera, pueda sacarle provecho a las búsquedas en el web. Por ejemplo, una aplicación comercial de acciones que las use, podría ofrecer la habilidad de mostrar las últimas novedades de una compañía, gracias a búsquedas que hace desde el mismo programa, el “servicio web” de “Google”.
Si se empieza a revisar todo lo que se puede hacer en este mismo esquema, queda claro que el camino de los “servicios web” lleva directo al éxito, puesto que permitirán que cualquier sistema converse con cualquier otro. Y además, como los servicios usan protocolos computacionales estándares de la industria (desde XML hasta SOAP, porque en siglas la computación siempre tiene de sobra), queda claro que al construir los servicios para un caso, la aplicación de una empresa queda lista para interactuar con cualquier otra que los utilice. De allí la rebaja de costos.
Y, como nombramos XML –que es un estándar de publicación en Internet- esto significa que los servicios web también pueden aprovechar la red y el web para hacer público el resultado de cualquier acción que se haya hecho en un sistema computacional, a través de cualquier tipo de aparato que esté conectado a la red… es decir, desde computadores, hasta celulares.
En fin, las aplicaciones son diversas y lo más interesante es que ya está todo dado para que comience su uso. Así que de ahora en adelante, lo más seguro es que se escuche hablñar mucho más de “web services”.
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