Como lo he visto ya en un par de ocasiones, quise dejarlo comentado acá. Se trata de la pretensión de algunos sitios web que se usan en el computador, a transformarse en las aplicaciones moviles que te acompañan donde vayan.
En la siguiente pantalla, tomada tras salir de LinkedIn, se ve la situación:
La experiencia de usuario ocurre de esta manera:
- Estás autentificado con usuario y clave en la aplicación en el computador de escritorio.
- Haces el logout para dejar de usarla.
- El sitio web te recuerda que también puede ser móvil y te muestra los modelos de teléfonos y tablets en los que está disponible.
- Te reafirma la petición de acción con una frase concreta del tipo “llévame contigo”.
El mensaje está claro y cada vez más usuarios lo están tomando: las aplicaciones ya no distinguen entre escritorio y móviles. Funcionan en ambos entornos y como plantea Barbara Ballard, consultora y autora de un libro sobre el tema, ofrecen no sólo un producto que quepa en la pantalla más reducida, sino que además, se hacen cargo de que caminando con el móvil en la mano (tratando de leer sin chocar ni caerse en la calle) la interfaz debe adaptarse y ofrecer menos, para que el usuario pueda hacer más.
La tarea no es simple porque, hasta ahora, pocos lo están logrando de manera adecuada ya que no se toma en cuenta el contexto en que está ocurriendo. Sin embargo, hay que abocarse al tema y por lo mismo habrá que ir mirando y destacando los ejemplos que se vayan produciendo.
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