Lo dijo ayer vía Twitter José Fonseca, diseñador y buen amigo, y quería dejar anotada por acá la frase, ya que fue el tema que vimos con algunos alumnos en las clases del pasado fin de semana. Ésta es:
Mobile es el nuevo Internet Explorer #fb
— José Fonseca Price (@jffp) July 30, 2013
Quienes tuvimos la mala suerte de convivir con la versión 6 de Internet Explorer (y la 4, y las que siguieron), siempre tuvimos que hacer un trabajo extra para que los sitios se vieran bien. Microsoft hizo un trabajo tan propietario en su tiempo, que diseñó un código HTML a la medida de su software, incompatible con nada más. De allí que los sitios se hacían siempre (y se siguen haciendo) en dos versiones: la que se ve en Explorer y la que se ve en cualquier otro browser.
Gracias a Dios el tiempo de Internet Explorer pasó, como lo atestiguan las cifras de uso de navegadores (de acuerdo a quienes acceden al sitio W3Schools), lo que auguraba un buen pronóstico para este problema.
Sin embargo, los móviles se están transformando ahora en la nueva distracción: hay que diseñar para ellos.
Las versiones
Los desarrolladores actuales se están enfrentando con varias tendencias, por lo que no es claro cuál predominará y por tanto, por ahora, se está trabajando en varias de ellas simultáneamente. Para efectos de dar una mirada a este paisaje, conviene dejarlas anotadas:
- Web Responsive: de la mano de lo escrito por Ethan Marcotte (2010), al definir el concepto y Luke Wroblewski (2009), al llevar el concepto a una mirada mayor con su libro Mobile First (2011), queda claro que el desarrollo para dispositivos móviles tiene importancia. Ambos plantean que la experiencia digital debe adptarse al espacio en el que se ve; no se trata de hacer que el mismo sitio que está en el escritorio aparezca achicado: es adaptar su contenido a la situación móvil. Ya está el código necesario para hacerlo.
- Tablets: la experiencia de los usuarios con tabletas requiere de una mirada diferente. Ya no es el PC de escritorio ni es el móvil. Y probablemente tampoco es el usuario sentado trabajando, ni corriendo o caminando mientras mira una pantalla. la situación es distinta, por lo que hay que ofrecer contenidos adaptados, que se “consumen” usando las manos en lugar del mouse para moverse por el espacio ofrecido. De nuevo: hay que diseñar para este ambiente, no basta con adaptar lo que hay.
- Resolución de pantalla: las nuevas resoluciones de pantalla (cantidad de pixeles, ancho por alto) vienen acompañadas por una densidad de pixeles mayor. Si en el PC de escritorio no pasábamos de 72 puntos por pulgada, en este caso se superan los 200 lo que lleva a que se requieren gráficos más acabados y especializados. Si a esto sumamos el CSS3, podemos ver que también desde el código HTML se ofrece la capacidad de hacer elementos gráficos distintos, que naturalmente, corresponde utilizar.
- Interfaces móviles: algo que se concluye de lo anterior, es que si lo móvil es diferente, hay que preparar una experiencia de usuario distinta. Por lo pronto, con los móviles desaparece el mouse como mecanismo apuntador y aparece la mano en su reemplazo. Esto significa que los elementos más pequeños ya no pueden usarse, por el riesgo de que los dedos tomen más de un elemento al intentar seleccionarlos. El tamaño del dedo (60 pixeles?) es el nuevo mínimo.
- Contenidos móviles: y no por estar el final es menos importante, hay que adaptar el contenido para la experiencia móvil. Si es para celular, hay que mostrar ciertas cosas con énfasis en la actividad física (ver un mapa para llegar a un lugar, llamar por el mismo teléfono); para tablet algo diferente que se refiera al análisis más reposado e incluso la lectura y, para PC de escritorio, todo lo que se requiera, incluyendo la capacidad de imprimir.
Como se ve, los móviles cambian la historia del desarrollo digital. Estamos cerca aún para verlo, pero ya es un hecho.
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