La Arquitectura de Información es una disciplina relativamente nueva que nace tras la definición que hace Richard Saul Wurman en 1975, en su libro titulado “Information Architects” (publicado al año siguiente).
Allí plantea que el Arquitecto de Información es “la persona que organiza los patrones inherentes a la información, haciendo entendible lo complejo” o también, que es “una persona que crea un mapa de información que permite a otros encontrar su vía personal hacia el conocimiento”.
Wurman tuvo oportunidad de hacer pública esta nueva forma de trabajo en 1976, debido a que como arquitecto de profesión, le correspondió en ese año ser el máximo directivo de la conferencia anual del Instituto Americano de Arquitectos, realizada en la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos.
Tal como él mismo lo recuerda en una entrevista con la revista “Design Matters”, “decidí hacer el tema de la conferencia y lo llamé “Arquitectura de Información” y comencé a llamarme a mí mismo “Arquitecto de Información”. Parecía tener sentido que hubiera una enorme cantidad de información que nadie pudiera entender, usándome a mí como modelo, que tampoco podía entender cosas; así que pensé que ese término podía calzar y de la noche a la mañana hubiera un nuevo campo para el esfuerzo humano”.
Sin embargo, el mismo confiesa que eso no llegó a ocurrir y durante 20 años el término permaneció archivado, hasta que con la llegada de los usos comerciales de la Internet, fue retomado. En la misma entrevista, de junio de 1999, indica: “Ahora, particularmente en el último año, ha habido una explosión de personas que se llaman a sí mismos arquitectos de información y ya están en todas partes, Me sorprende nuevamente que haya despegado ese término, que lo haya hecho tan rápido. Diariamente, me doy cuenta de que la gente la usa en sus tarjetas de presentación, en sus escritorios, en Internet, en sus páginas web. Y por supuesto, no saben de dónde salió. Pero es un término que es de su tiempo y la gente parece identificarse con él y parece llenar un espacio importante, tal como pensé que lo haría hace muchos años, pero estaba equivocado ambas veces. Entonces, porque eso no ocurrió. Y ahora, porque ocurrió tan rápido”.
Finalmente plantea que la Arquitectura de información es una mezcla de tres campos: tecnología, diseño gráfico y periodismo/redacción.
Los siguientes pasos
Tras el aporte de Wurman, otros tomaron sus definiciones y comenzaron a poblar el paisaje de la Arquitectura de Información, ampliando y al mismo tiempo, haciendo más certera la definición sobre su ámbito de acción.
Probablemente quienes mejor lo hicieron fueron Louis Rosenfeld y Peter Morville, quienes en febrero de 1988 publicaron “Information Architecture for the World Wide Web – Designing Large-scale Web Sites” (200 páginas, O’Reilly Books), más conocido como el libro del oso polar, por llevar una imagen de ese animal en la portada. Su éxito fue inmediato y se transformó en la biblia de quienes desarrollan este tipo de tareas. Incluso una segunda edición de 500 páginas fue publicada en Agosto de 2002.
A través de sus capítulos no sólo entregaron las definiciones que hacían falta para la disciplina, sino que además definieron sus ámbitos de acción, explicando paso a paso qué hacer y de qué preocuparse al momento de utilizar la Arquitectura de Información en los sitios web.
No obstante, en varias de las definiciones no estaban de acuerdo con Wurman, debido a que consideraban que su forma de explicarla se relacionaba con las tecnologías existentes en la época de su libro y que no tomaba en cuenta las novedades traídas por la Internet.
Louis Rosenfeld, también en entrevista con”Design Matters”, señaló en abril de 1999 que “la definición de Wurman de arquitectura de información no se adpta muy bien a la época de sistemas de información más compleja como los sitios web. Como un diseñador, la definición de Wurman está moldeada por su medio contemporáneo: la impresión en papel”.
Pese a ello, planteaban su agradecimiento a éste “por tener la visión de decir hay un nuevo campo y necesitamos comenzar a ponerle atención. Ahora la gente dice ‘Oh, sí, arquitectura de información, era obvio’, sólo porque gente como Wurman lo hizo obvio. Por eso, gracias, Richard”.
De hecho en la página inicial del capítulo de introducción de su libro, citan las definiciones iniciales hechas por Wurman. No obstante, allí mismo, agregan la propia. Ellos plantean que la Arquitectura de Información se define a través de estas tres frases:
- La combinación de esquemas de organización, etiquetado y navegación, dentro de un sistema de información.
- El diseño estructural de un espacio de información para facilitar la terminación de tareas y el acceso intuitivo al contenido.
- El arte y la ciencia de estructurar y clasificar sitios web e intranets, para ayudar a las personas a encontrar y administrar información.
Respecto de qué tareas debería desarrollar un arquitecto de información, en el libro plantean definiciones muy concretas al respecto:
- Aclarar la misión y la visión del sitio, haciendo un balance entre las necesidades de la organización que lo impulsa y las necesidades de sus audiencias.
- Determina qué contenidos y funcionalidades deberá contener el sitio.
- Especifica cómo buscarán información en el sitio los usuarios, mediante la definición de sus sistemas de organización, navegación, etiquetado y búsqueda.
- Proyecta cómo se acomodará el sitio al cambio y el crecimiento a lo largo del tiempo.
Adicionalmente explican que aunque todo lo anterior “suene obvio, la arquitectura de información realmente es acerca de aquello que no es obvio. Los usuarios no se dan cuenta de la arquitectura de información de un sitio, a menos que ésta no funcione”.
Finalmente ofrecen una definición sucinta: “La arquitectura de información se refiere a comprender y comunicar la visión amplia de un sitio web”.
Además de escribir el “libro del oso polar”, Rosenfeld y Morville ayudaron a crear el Instituto Asilomar para la Arquitectura de Información, en 2002, desde el cual también apoyaron la generación de definiciones concretas para la disciplina.
En su área oficial en idioma español, indican que la AI es:
- El diseño estructural de espacios compartidos de información.
- El arte y la ciencia de la organización y rotulación de sitios web, intranets, comunidades en línea, y software, para promover la usabilidad y facilidad de encontrar información.
- Una comunidad emergente de practicantes enfocados en traer los principios del diseño y la arquitectura al paisaje digital.
Las visiones personales
Aunque estas definiciones han permanecido como las más usadas por bastante tiempo, han aparecido otras incluso de estos mismo autores, que han ido enriqueciendo la visión y la misión de la Arquitectura de Información.
Por ejemplo, de paso por Chile, en marzo de 2003, Louis Rosenfeld dictó una charla sobre el tema de la AI y ofreció una visión más amplia de este campo. “Para diseñar los actuales sistemas de alta información, está apareciendo un nuevo campo de trabajo. Finalmente, utilizará las herramientas, técnicas y experiencias de las disciplinas que consideran la información como algo importante y valioso por sí misma. Ya sea que le llamemos Arquitectura de Información, Diseño de Información, Diseño de Experiencia o administración del conocimiento, probablemente adoptará elementos de la Etnografía, Lingüística, Estrategia de Negocios, Periodismo, Modelamiento de datos, Bibliotecología, Interacción Hombre-Computador… Ustedes imaginen el resultado”.
Por su parte, Peter Morville también entregó su definición en marzo de 2003 sobre qué es la AI, planteando su punto de vista a través de tres frases:
- El diseño estructural de ambientes de información compartidos.
- El arte y la ciencia de organizar y etiquetar sitios web, intranets, comunidades en línea.
- Una comunidad emergente de prácticas, enfocada en llevar principios de diseño y arquitectura al paisaje digital.
Además de ellos, otros expertos llegaron al campo de la Arquitectura de Información ofreciendo sus puntos de vista en el tema. De ellos, uno muy relevante es Jesse James Garrett, quien, en abril de 2001 la definió a partir de sus efectos: “La Arquitectura de Información es primariamente sobre el conocimiento; cómo las personas procesan la información e interpretan las relaciones entre las diferentes piezas de información”. Además planteó una novedad muy interesante, que es que “la Arquitectura de información pertenece al dominio de lo abstracto, relacionándose más con las estructuras de la mente, que con las estructuras de la página o la pantalla”.
Por último, aparece Christina Wodtke, quien en octubre de 2002 publicó el libro “Information Architecture: Blueprints for the Web”. Ella señala que “la Arquitectura de Información se refiere a hacer que la información compleja y las tareas difíciles, sean realizables por seres humanos”. (Más información)
La experiencia, otro gran aporte
No obstante, más allá del amplio trabajo realizado para definir la Arquitectura de Información, hubo otros autores y expertos que avanzaron más allá con otros elementos que aparecen como resultado del buen uso de las herramientas de ésta.
Es allí donde aparecen los campos del Diseño de Experiencia y la Usabilidad. El primero se refiere a que todo el proceso de acceder a la información (incluyendo desde la forma hasta el contenido) sea planificado y por lo tanto, se pueda decidir la oferta completa que se hará a los usuarios de la información. Y, el segundo término, hace alusión a la facilidad de uso que tendrán las interfaces ofrecidas al usuario, permitiendo que pueda navegar por el sitio y entender toda la oferta de información de manera simple e intuitiva.
En el primer ámbito está Nathan Shedroff, quien en abril de 2001 publica el libro “Experience Design 1”. Su foco no es la Arquitectura de Información, sino sobre lo que él llama “Diseño de Información”, poniendo el acento en la experiencia del usuario más que en las partes o los medios que se usan para construirla.
Para afirmarlo, en la sección de “pensamientos” de su sitio web explica que “creo que la Edad de la Información sólo está comenzando y que hemos estado en la Edad de los Datos. Esta se ha caracterizado por la proliferación de datos relativamente insignificantes e inútiles que tiene poco impacto en nuestras vidas. Estoy dedicado a transformar los datos en información y luego en conocimiento y sabiduría”. Añade que el “diseño de interfaces es la combinación de tres disciplinas: diseño de información, diseño de interacción y diseño sensorial. No es posible separar esta relación ni ignorar sus preocupaciones. La meta de todos estos procesos es una comunicación clara en formas apropiadas. Esto es hecho a través de crear experiencias atractivas y entendiendo el componente de la experiencia”.
En el ámbito de la Usabilidad hay dos autores que destacan ampliamente. El primero es Jakob Nielsen, quien ha ayudado a definir esta área de trabajo por haber participado en ella por casi 30 años (mucho antes del web). El segundo es Steve Krug, quien plantea que un usuario de un sitio web no quiere pensar cómo emplear una interface, sino que sólo utilizarla para los fines que lo llevaron a visitarlo. Por ello, se debe generar todo lo que se presenta en pantalla, con esa idea en mente.
Nielsen explica que la usabilidad es “un atributo de calidad que determina cuán fáciles son de usar las interfaces”, mientras que Krug indica que las pantallas deben evitar hacer pensar al usuario: “Esto significa que tanto como sea humanamente posible, cuando mire una página web debería ser auto evidente. Obvia. Auto explicativa. Debería ser posible “entenderla” –de qué se trata y cómo se usa- sin hacer esfuerzos en pensar al respecto” (Más información).
Como se ve, la Usabilidad aparece como una conclusión natural del proceso de arquitectura de información, y por lo tanto la conclusión natural de dicho trabajo.
Un resumen final
Tras haber leído y analizado las múltiples definiciones planteadas en este documento, se hace necesario intentar un resumen que lleve a una nueva definición que las abarque.
Para ello hay que hacer un barrido por todas ellas y así tomar de cada una los elementos que sean más relevantes. De tal manera, se puede afirmar lo siguiente:
La Arquitectura de información permite que los usuarios de un sitio web…
- … entiendan grandes cantidades de información
- … busquen y encuentren la información que necesitan de manera simple
- … realicen acciones mediante el computador
La Arquitectura de información permite a los creadores de un sitio web…
- … aclarar la misión y la visión del sitio, centrándose en las necesidades de sus audiencias
- … generar estructuras que soporten el cambio y el crecimiento en el tiempo
- … determinar qué contenidos y funcionalidades deberá contener el sitio
- … poner nombres entendibles a las áreas de información
- … crear sistemas de navegación intuitivos
Finalmente, si queremos ensayar una definición, podemos afirmar que la Arquitectura de Información es una disciplina que organiza conjuntos de información, permitiendo que cualquier persona los entienda y los integre a su propio conocimiento, de manera simple.
Ahora, si miramos la disciplina desde el punto de vista de quienes la utilizan para la construcción de sitios web, podremos agregar que la Arquitectura de Información es el conjunto de prácticas que entendiendo el objetivo de un sitio web, organiza el contenido en subconjuntos de nombres comprensibles para el usuario final, facilitando las operaciones de búsqueda y uso de la información que contienen.
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