Fue a mediados de febrero cuando un par de noticias devolvieron la fe en el papel que la tecnología cumple, cuando se trata de dar sorpresas agradables.
La primera ocurrió justo el día 14, cuando al podio desde el que se abre la jornada en la bolsa de valores “New York Stock Exchange”, accedió no sólo un grupo de personas, sino que un robot humanoide. Se trató de Asimo, el último eslabón en la investigación sobre robótica que realiza Honda. Este fue el personaje elegido para recordar los 25 años en que la compañía japonesa está listada en dicha bolsa.
Asimo no sólo camina bastante bien, sino que sube y baja escaleras de manera suave y coordinada y hasta entiende órdenes habladas, abriendo una serie de posibilidades para que estas máquinas (¿es muy reciente para llamarle ente o entidad?) comiencen a jugar papel interesante en diferentes tipos de operaciones donde, hasta ahora es imprescindible la presencia humana.
La segunda noticia llegó un par de días antes, de parte de la compañía Foveon, con el anuncio de un novedoso chip que va dentro de las cámaras fotográficas y que por primera vez permitirá que las tomas digitales sean mejores que las películas basadas en sales de plata. Dicha innovación es tan importante, que una cámara de 3.5 millones de pixeles ofrece una resolución de 7 millones de pixeles y, mejor aún, usa menos memoria para almacenar la información de una imagen.
De hecho en un show sobre fotografías que se realizó en estos días en Orlando, dicho chip, ya montado en una cámara que está saliendo a público en marzo, fue la gran novedad.
Y la tercera noticia fue la publicación de nuevos avances sobre la llamada web “semántica”, que es una tecnología que permitirá la existencia de más inteligencia en Internet, de tal manera que cuando se haga una búsqueda se consigan resultados más relevantes para quien la realiza… basados en el contenido resumido de las páginas que se escojan. Y dicho resumen será hecho por las máquinas, no por los humanos.
Como se ve, la tecnología sigue avanzado ya que ésta depende no sólo de los sistemas sobre las cuales se apoya o de los fondos para seguir investigando que la puedan mantener viva, sino que de la creatividad de las personas y de la forma en que se abordan los problemas que requieren una solución. Y siempre hay alguien con la mente abierta y pensando un poco más allá, para darnos esa sorpresa que todos llamamos “nueva tecnología”.
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