Con el lanzamiento de la versión MX de Flash, la compañía Macromedia está cumpliendo uno de sus sueños más queridos: generar una sola herramienta que permita trabajar en todos los aspectos de un sitio web interactivo.
Flash, para quienes no han tenido el privilegio de conocerlo, es un software que permite hacer animaciones para sitios web, que utiliza dibujos, fotos y sonidos, que responden a lo que el usuario va haciendo.
Aunque en esto puede haber muchas opiniones, probablemente uno de los sitios que mejor uso le da a esta tecnología, es el del grupo musical irlandés “U2”, el cual ofrece toda su historia musical a través de una línea de tiempo basada en Flash. Es decir, el usuario puede deslizar su mouse por un marcador que avanza por los años que la banda ha estado activa, y van apareciendo en la pantalla las diferentes actividades que han tenido Bono y los demás miembros de la banda.
No obstante, si uno tiene o no tiene Flash instalado, el sitio funciona sin problemas ya que utiliza esta tecnología donde se hace razonable su uso, sin transformarla en una barrera de entrada para quienes no tienen instalados los software requeridos (que por lo demás se bajan de la misma Internet).
Sin embargo, al nombrar esto, llegamos probablemente al tema más importante relacionado con esta tecnología. Este consiste en que Flash es “lindo” y por lo tanto la tentación de usarlo para darle un toque más interesante a las páginas web –en especial, a las portadas de los sitios- es muy alto. ¿Qué ocurre entonces? Pues que Flash se ha transformado en un creador de sinopsis de sitios, orientado a que el usuario tenga de una sola ojeada, todo lo que la compañía que lo está empleando en su portada, quiere decir de una vez.
Sin embargo, lo que no se tiene en cuenta, es que Flash pesa –no mucho, pero pesa- lo que lleva a que un usuario normal, conectado por módem, tenga que esperar a que la animación se descargue de Internet al computador. Y, como la paciencia es la virtud menos cultivada por los internautas, todos le dan un click al mensaje “skip intro”, que permite seguir avanzando sin ver el despliegue de Flash. Lo cual hace que esta tecnología sea inservible. Al menos en esa parte del sitio.
Pero además, esto ha llevado a que expertos como Jakob Nielsen, que se ha destacado por decir cómo hacer que un sitio tenga un mejor acceso para el usuario, diga que el 99 por ciento de los websites que usan Flash… son malos.
¿Cuál es el problema? Pues que esta tecnología se ha usado donde no corresponde o donde no entrega sus mayores beneficios. Y aunque es una herramienta para provocar la interacción del usuario, se ha empleado sólo para crear una bonita vitrina que se puede mirar, pero no tocar. Con ello se ha perdido una de las principales riquezas que tiene el producto.
Probablemente por eso, con Flash MX, Macromedia quiere ahora tomarse la revancha y transformarse en una herramienta que funcione y se utilice en cualquier parte del sitio.
Vamos a ver si esta vez, los creadores y diseñadores de sitios, se ponen a la altura y los dueños de los sitios, aprenden cómo aprovechar esta innovación.
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