No creo haberlo dicho antes, pero para efectos de este post vale la pena hacerlo: no soy fan los computadores de Apple. Los usé (y sufrí) un par de años desde los modelos Classic hasta iMac, pasando por Centris y Quadra, lo que me dejó sin ganas de volver a usarlos.
El iPad en una foto promocional de Apple.
Sin embargo, disfruto de la capacidad de innovación que la empresa impone a sus productos y he destacado lo hecho con el iPhone y el iPod.
Por lo mismo, seguí con altas expectativas la presentación del iPad de esta tarde y, aunque no logre ser un tremendo éxito de ventas, tengo la sensación de que está inaugurando una nueva etapa en la computación personal. Mis razones, a continuación:
- No requiere teclado ni mouse para funcionar, su batería dura 10 horas y es realmente móvil.
- Su habilidad multi-touch, permite que por primera vez haya una pantalla del tamaño de las manos para mover y utilizar los objetos digitales, dejando en la historia los dispositivos apuntadores tradicionales (es decir, el mouse, trackpad y otros).
- Cuenta con un acelerómetro, que permite que la imagen que se muestra en la pantalla gire de acuerdo a cómo se mueve el dispositivo, para que el usuario siempre vea en pantalla la imagen de manera correcta, no virada. Vale decir, no hay arriba o abajo, el usuario decide cómo lo usa.
Naturalmente, esto no tiene nada que ver con que vaya a ser un éxito de ventas. Lo más seguro es que esta versión sea simplemente una que permita sondear el mercado, ya que los primeros reportes de quienes lo han tenido en sus manos son devastadores, por la cantidad de cosas relevantes que no puede hacer. Sin embargo, los tres aspectos que nombré antes hablan de cómo serán los computadores en el futuro y de lo que nosotros como usuarios podremos tener.
¿Cuánto variará la usabilidad y la organización de los contenidos con esto? Es lo que nos queda por averiguar.
Actualización: aparecí hoy en la prensa comentando el lanzamiento.
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