No deja de ser interesante ver la forma en que Microsoft intenta atrapar un mercado que se le va de las manos, como es el de los tablets, monopolizado por Apple con su iPad y con un claro seguidor como es Samsung y su Galaxy Tab.
Para cumplir con esta desafío, presentó ayer Surface, una tablet basada en la siguiente versión del sistema operativo Windows -anunciado para octubre- y que cumple con varias de las características que se espera de este tipo de máquinas, tales como portabilidad, movilidad, capacidad de conversar con sus aplicaciones con los software del escritorio y conexiones hacia todo lo que se pueda enchufar a un PC, desde pantallas hasta lo que tenga enchufe USB.
Aunque tiene elementos nuevos para el segmento, como un teclado-tapa y un pedestal incluido para que se pare solo -que lo diferencian del iPad- no son aquellos que llevarían a un usuario a comprarlo. Probablemente su nicho sea el de usuarios Windows ya convencidos de tener una tablet y que quieran moverse hacia ellas, sin tener que cambiarse de sistema operativo ni de las aplicaciones que usan regularmente.
Lo que me preocupa, y por ello usé “el paso atrás” en el título, es que yo tenía muchas expectativas con lo que suponía que iba a ser Surface originalmente. Para quienes lo tengan en la memoria (y si no, miren este video de 2007), esta tecnología prometía mucho y permitía transformar en una gran pantalla “multi-touch” a cualquier superficie, desde mesas hasta grandes pantallas. Probablemente, usar el mismo nombre para esta tablet, es la renuncia a seguir por ese camino.
Microsoft tiene un prestigio bien ganado en el mundo del hardware (desde los legendarios mouses y teclados de los 90s, hasta la Xbox actual) y por ello era interesante lo que podía hacer usando lo que antes conocíamos como “surface”. Ahora, transformado en una simple y (no quiero decir) vulgar tablet, pues rebaja esa idea original a algo no muy prometedor. Más aún si planea cobrar lo que se ha dicho por la nueva maquinita.
Por último, sobre la experiencia de usuario de las tablets creo que ya tenemos cosas claras y que Microsoft en esta pasada parece ignorar:
- Las tablets se usan con los dedos y por lo tanto los stylus (que esta tablet ofrece) están de más, y
- Las tablets se emplean casualmente, vale decir son una máquina de complemento para el tiempo libre, de las que se valora su encendido rápido y conectividad permanente, y no se emplean especialmente para trabajar. Por ello, el teclado es un opcional que si no está, pues no se echa de menos. Si quiero escribir, me paso al PC más cercano.
Sueno poco satisfecho con el lanzamiento, pero es que yo esperaba mucho más de una empresa tan importante. Supongo que en las versiones que sigan habrá más.
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